Tener plantas en el hogar siempre es una excelente idea, pero sin lugar a dudas la lavanda trae beneficios extras. Desde la antigüedad, la planta de lavanda o espliego se usó para perfumar, también por sus beneficios medicinales o como moneda de cambio.
Se le atribuye múltiples facultades como ser sedante, antiespasmódica, analgésica, digestiva, antiinflamatoria y antiséptica. Pero también es una planta muy usada en rituales desde tiempos inmemorables, ya que es una de las protagonistas de la botánica holística: nos conecta con la paz y armonía, nos brinda protección, es una gran purificadora y ayuda a potenciar la comunicación.
Conocé los cuatro usos mágicos de la lavandaBolsitas de flores secas:
Uno de los usos más comunes de la lavanda es armar bolsitas de tela con flores secas. Al colocarlos en un bolsillo o tu cartera y sentir su aroma durante el día traerá calma y armonía pero además es un excelente protector contra los malos tratos o las energías bajas.
Si la colocás debajo de tu almohada es excelente para conciliar un mejor sueño, previene el insomnio, calma los nervios y atenúa los ataques de pánico.
Aceite:
Un uso muy placentero de la planta de lavanda es en aceite esencial, ya sea casero o comprado, de cualquier manera al usarlo en masajes es relajante, analgésico y antiespasmódico. Los masajes en el cuello y los pies te servirá para bajar la ansiedad y conciliar mejor el sueño. Pero al usarlo de esta manera por la mañana te ayudará a afrontar tu día con más equilibrio, armonía y asertividad en la comunicación con los demás.
Infusiones:
Las infusiones de lavanda son excelentes para tratar problemas digestivos y dolores estomacales o menstruales. Tomándolo por la noche conseguirás un sueño profundo, sin pesadillas y más relajado. Recordá siempre consultar con tu médico por contraindicaciones.
Sahumerios y ramitos:
Excelentes para la protección del hogar y purificar energías. Sahumá tu casa con lavanda para transmutar las bajas energías y armonizar los ambientes. Para proteger tu hogar y atraer prosperidad, colgá del lado de adentro de la puerta de entrada un ramito de flores de lavanda.